Una propuesta global
Identificar y confrontar los prejuicios y estereotipos individuales no resulta suficiente en la educación antirracista. En lugar de ello, se desafía a poner sobre la mesa los elementos estructurales que perpetúan la desigualdad en nuestra sociedad. Esto implica examinar a fondo las bases de las disparidades raciales y étnicas, así como los sistemas que las respaldan y mantienen, y aportar soluciones encaminadas a una mayor igualdad y justicia.
En este sentido, no tiene lógica plantear una educación antirracista únicamente para aplicar en ciertas escuelas (donde existe presencia de diversidad étnica y cultural); sino se plantea como un modelo educativo que debe aplicarse a todos los centros educativos y a cada estudiante, independientemente de su origen cultural.
Para construir una escuela inclusiva y antirracista, es esencial evaluar todos sus aspectos, comenzando por examinar los mensajes y materiales que se utilizan. En este sentido, el plan de estudios es especialmente crucial, ya que no se trata solo de una lista de temas prácticos, sino que influye en las experiencias de los y las estudiantes de manera explícita e implícita.
Además, afecta la forma en que vemos a las demás personas, las oportunidades de participación, interacciones y las relaciones, así como los mensajes que se transmiten de aceptación o rechazo, tanto de manera directa como indirecta.
La revisión de los contenidos implica abordar la falta de visibilidad y examinar los materiales de enseñanza, las imágenes, las perspectivas, entre otros aspectos. Esto conlleva un proceso de concienciación, autoevaluación y capacitación del profesorado para superar la perspectiva centrada en occidente que ha influido en la forma en construcción del mundo hasta ahora.
Un plan de estudios intercultural y antirracista debe, entre otros aspectos:
01. Analizar de manera crítica la persistencia y los impactos del racismo y de las políticas racistas.
02. Ampliar la variedad de lecturas y recursos en los cursos para incluir a autores y autoras que históricamente han sido excluidos, así como aquellos que adoptan enfoques antirracistas.
03. Cuestionar lo que se internaliza de manera implícita, como la creencia en la objetividad de la meritocracia o la atribución exclusiva del fracaso al estudiante.
04. Estar dispuesto a explorar diversas formas de conocimiento, tradiciones, culturas y lenguajes para evitar la restricción de la experiencia humana y el desarrollo del saber al enfoque eurocéntrico.
05. Promover la autorreflexión y la autocrítica en el desarrollo profesional de los educadores.
06. Reconocer el compromiso social como una parte integral de la vivencia educativa.
07. Explorar las intersecciones entre diferentes identidades, como género, sexualidad, clase social o habilidades, que ejercen influencia en las dinámicas de poder en la sociedad