AFRIKAN MURGILTZEN

Salud mental y racismo por Quinndy Akeju

¿Cómo sufren nuestras mentes como consecuencia del racismo? Sostener violencias estructurales en nuestros cuerpos tiene un impacto en nuestra salud mental. Sin embargo, el propio sistema de salud “psi” se construye desde una mirada blanca patriarcal que saca de las conversaciones la necesidad de la reparación y el daño colectivo a las comunidades negras. Es necesario que podamos tener espacios seguros desde el apoyo mutuo para reapropiarnos y construir un discurso de la salud mental desde lo político que nos permita un acceso seguro y gratuito al derecho a la salud mental en la comunidad negroafricana y afrodescendiente.

¿QUÉ ES LA SALUD MENTAL? LA SALUD MENTAL NO ES SOLO LA AUSENCIA DE UN TRASTORNO MENTAL. LA OMS LA DEFINE COMO UN ESTADO DE BIENESTAR EN EL QUE LA PERSONA ES CONSCIENTE DE SUS PROPIAS CAPACIDADES, PUEDE AFRONTAR LAS TENSIONES NORMALES DE LA VIDA, PUEDE TRABAJAR DE FORMA FRUCTÍFERA Y HACER UNA CONTRIBUCIÓN A SU COMUNIDAD.

Tener un diagnóstico de salud mental no supone, por lo tanto, un impedimento para llevar una vida normalizada en comunidad y para disfrutar de una buena salud mental. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez. Hay muchos factores diferentes que pueden afectar su salud mental, incluyendo:

01. FACTORES BIOLÓGICOS, COMO LOS GENES O LA QUÍMICA DEL CEREBRO. 02. EXPERIENCIAS DE VIDA, COMO TRAUMA O ABUSO. 03. ANTECEDENTES FAMILIARES DE PROBLEMAS DE SALUD MENTAL. 04. ESTILO DE VIDA, COMO LA DIETA, ACTIVIDAD FÍSICA Y CONSUMO DE SUSTANCIAS.

Consecuencias psicológicas de sufrir racismo

Se conocen datos de la existencia del racismo o discriminación racial, desde que España colonizó Abya Yala, también conocido como América, Africa y Asia.

Esta creencia de superioridad, socialmente sostenida, hasta el punto de crear instituciones y jerarquías racistas reales mediante el uso de la violencia, tiene impactos psicológicos fuertes.

La vida cotidiana de las personas que están afectadas por el racismo puede convertirse en un infierno diario. Nos vemos sometidas a estereotipos, discriminación a nivel social e institucional, violencia, desigualdad, etc. Si nos paramos a pensar un momento, incluso en nuestro lenguaje cotidiano, usamos expresiones racistas, como frases hechas y/o refranes, estando esto, muy normalizado.

Verse inmerso en esa vorágine a diario puede conllevar consecuencias, tanto físicas como psicológicas, de hecho, está demostrado que, el sufrir conductas e interacciones racistas, influye en la modulación del cerebro de las infancias.

Se sabe que la exposición crónica al racismo afecta el funcionamiento de áreas cerebrales implicadas en el control del pensamiento y de las emociones. El sistema límbico es la zona del cerebro que dirige nuestras emociones y nuestras sensaciones más primitivas: aquellas relacionadas con la supervivencia (como por ejemplo el miedo y la ira).

¿QUÉ SE PUEDE HACER ANTE LA DISCRIMINACIÓN Y EL RACISMO?COMO COMENTÁBAMOS AL PRINCIPIO, INCLUSO EN FRASES QUE USAMOS DE MANERA COTIDIANA HAY DESCALIFICACIONES RACISTAS, LO QUE ES UNA MUESTRA MÁS DE LO SUTIL QUE PUEDEN LLEGAR A SER LA DISCRIMINACIÓN Y EL MALTRATO DE LAS PERSONAS QUE LO SUFREN.

También debemos hablar del racismo institucionalizado, como el que ocurre en instituciones educativas, con la falta de protocolos antirracistas o la invisibilización de la historia de pueblos racializados, en el ámbito sanitario, con la invisibilización de patologías consecuentes del racismo, con la falta de protocolos con sensibilidad pluricultural, o con la falta de formación profesional antirracista, con el racismo inmobiliario, que impide a las personas racializadas poder acceder al derecho básico de la vivienda, y un sin fin de instituciones que perpetúan el poder a través de una jerarquía.

Para poder erradicar esta lacra del racismo, es fundamental la prevención desde la infancia. Educar e inculcar a les niñes en el antirracismo es muy importante, además de en valores como la solidaridad, igualdad, amistad, tolerancia, respeto, etc., para que aprendan a convivir en armonía. Aprender que significa la diversidad y que ser diferentes solo significa eso, no que seamos superiores ni inferiores a los demás.

A nivel sociedad, seguir trabajando en erradicar el racismo estructural de todos sus marcos. Para ello, hace falta una gran organización antirracista comprometida con la lucha. Además, hay que seguir trabajando y luchando contra los estereotipos, la falta de información, el prejuicio, etc. que generan sentimientos de odio. No olvidemos, como dijo Nelson Mandela que “nadie nace odiando a nadie por el color de su piel, o su origen, o su religión”. Lo cual, indica que son producto de la construcción social y estructural del racismo, que se va interiorizando desde las más tempranas edades.

Trabajando con las infancias, es importante no negar sus experiencias de racismo, ni minimizarlas a cosas de niños, ya que podría acarrear graves consecuencias a nivel mental. LEE TODO SOBRE LA NEGLIGENCIA Y LOS PROBLEMAS DEL DESAPEGO EN LA INFANCIA.

El racismo es un fenómeno estructural global y, por lo tanto, así debe ser observado y comprendido. Como la crisis de salud pública que es, puesto que afecta al acceso a viviendas, atención médica, educación y empleo seguros y asequibles, esencialmente, a todas las dimensiones de la vida.

Abordajes antirracistas desde la práctica profesional de la salud mental

Habilitar espacios en los distintos ámbitos de la sanidad para abordar específicamente el racismo ejercido por profesionales en salud mental y solucionar problemas potenciales. Crear protocolos de actuación. Revisar los estándares de diagnóstico con sesgos racistas o que obvien los agentes sociales que pueden influir en los procesos psicológicos, por ejemplo, la esquizofrenia, que es alta y desproporcionadamente diagnosticada en hombres racializados.

Maneras de mejorar la salud mental de la comunidad

La necesidad de profesionales sanitaries racializades que ejerzan. Se necesitan políticas de combate a la inequidad racial, y más concretamente, políticas de acción afirmativa en, por ejemplo, la educación superior. Estas transformaciones, junto con la participación de movimientos antirracistas en la demanda de políticas públicas y una mejor percepción ideológica de las personas racializadas a través de narrativas que cuenten realidades históricas de los pueblos.

Habilitación de espacios de debate y grupos de apoyo. Sentir comprensión por parte de gente que sufre de la misma opresión ayuda a la sensación de bienestar, sentirse, comprender… Mediante los grupos de apoyo, las personas que en ellos participan pueden aprender nuevas formas de hacer frente a sus dificultades, pudiendo generarse nuevas estrategias de afrontamiento tanto al aprenderlas de los demás como al elaborarlas conjuntamente.

En este documento se resumen muchos aspectos de como interseccionan el racismo y la salud mental. Es importante recalcar que la educación, una vez, más juega un papel crucial en esta cuestión. Todavía queda mucho por hacer, pero es posible crear una sociedad y unas instituciones libres de racismo. No vale quedarse de perfil, hay que luchar activamente contra ello. Como dijo Angela Davis: “Es una sociedad racista, no basta con no ser racista, hay que ser ANTIRRACISTA.” Para más información y seguir el proceso de construcción antirracista y deconstrucción racista, pueden encontrarme en redes sociales QUINNDY, o también al medio de comunicación con perspectiva antirracista, afrofeminista y panafricanista en clave interseccional: AFROCOLECTIVA.

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